Política

No hay focos mediáticos para la clase trabajadora

Observando ayer las noticias de las 15h mientras almorzaba con mi madre (de las pocas veces al año que puedo acompañarla entre semana), enlazaron 3 momentos de actualidad: los disturbios en Ucrania, las manifestaciones de la “oposición” (lideradas por un golpista) en Venezuela y una curiosa noticia sobre los métodos de tortura empleados en Corea del Norte, con todo lujo de detalles (incluidas las posiciones en las que colocaban a los presos torturados y de qué manera los esposaban) y en las que la periodista no dudaba en ningún momento en calificarlas como propias de los nazis.

Ante este tipo de noticias es natural el debate que surge espontáneamente y en el que mi madre daba veracidad absoluta a la versión que mostraba, en este caso, la Sexta Noticias porque ya es asumido por todos que la Sexta es un medio progresista y, por tanto, en estos temas no nos va a mentir ¿verdad? Quizás que el máximo accionista de la Sexta sea Atresmedia, del grupo Planeta, medio propiedad del muy proletario y reconocido militante comunista  José Manuel Lara Bosch (nótese la ironía, evidentemente), tenga algo que ver en ello.

Aún reconociendo que no tengo materia suficiente para discernir si lo que estaba comentando la periodista era veraz o no, sí le plantee a mi madre una cuestión que no supo responderme:

¿No es curioso que conozcamos hasta el más mínimo detalle de asuntos que acontecen a miles de kilómetros de distancia – incluso de países conocidos por su hermetismo informativo como es el caso de Corea del Norte –  pero no sepamos lo que está ocurriendo a trabajadores y colectivos, no ya solo en nuestro propio país, sino en nuestra propia ciudad? En este asunto le pregunté si conocía cuántos trabajadores han sido afectados por el cierre de Puleva en Alcalá de Guadaira, por ejemplo. Era sorprendente todo el repertorio de detalles que me daba de la situación en Ucrania o Venezuela pero no conocía lo que pasaba a 10 km de su casa.

La realidad, que es muy tozuda, no ha hecho más que darme otro ejemplo hoy mismo. He tenido que acudir como testigo a un juicio por el despido de una compañera de trabajo y en la puerta de los juzgados estaban concentrados ex trabajadores de la fábrica de Uralita de Bellavista, afectados por el amianto y del que ya ha habido numerosos casos de muerte (entre ellos el suegro de un amigo y ex compañero de trabajo). También había numerosas cámaras de televisión y varios medios de prensa. Para nuestra sorpresa, esa cantidad ingente de prensa no iba a cubrir la concentración por el problema de los afectados del amianto sino que estaban para hacer la cobertura mediática del juicio del hijo de Ortega Cano. Ante esto, se ha producido una imagen vergonzosa como la que muestro a continuación y captada con mi móvil:

FotoUralita

No puede haber una imagen que refleje mejor la realidad: mientras a la derecha se encuentra el pueblo trabajador, que se ha dejado la vida – literalmente – para enriquecer los bolsillos de unos parásitos, la prensa los ignora y les da de lado, centrando su foco de atención precisamente en las circunstancias banales y carente de importancia para el pueblo trabajador como es la vida personal de esos mismos parásitos. ¿Qué verá el pueblo trabajador este mediodía en las noticias? ¿Al hijo de Ortega Cano o el sufrimiento de unas familias que, habiendo sacrificado su vida trabajando, ahora se ven abandonados por todos los instrumentos del Estado (Administración, Justicia, etc.)?

Aunque es una pregunta retórica de la que muchos ya conocemos la respuesta, es necesario comprender por qué ocurre esto. Para ello, en estos casos, es muy ilustrativo acudir a Lenin y leer cómo definía la “libertad de prensa” (o de imprenta en este caso):

[…] Los capitalistas siempre han llamado ’libertad’ a la libertad de lucro para los ricos, a la libertad de morirse de hambre para los obreros. Los capitalistas llaman libertad de imprenta a la libertad de soborno de la prensa por los ricos, a la libertad de utilizar la riqueza para fabricar y falsear la llamada opinión pública. Los defensores de la ‘democracia pura’ también se manifiestan de hecho, en este caso, como defensores del más inmundo y venal sistema de dominio de los ricos sobre los medios de ilustración de las masas, resultan ser embusteros que engañan al pueblo y que con frases bonitas, bellas y falsas hasta la médula distraen de la tarea histórica de liberar a la prensa de su sojuzgamiento por el Capital.”

Discurso pronunciado por V.I. Lenin en el I Congreso de la III Internacional Comunista (4 de marzo de 1919)

Quizás, entendiendo este texto y observando la foto adjunta, se alcancen las respuestas a cuestiones como la razón de por qué vemos con más exactitud los defectos que ocurren a miles de kilómetros pero no seamos capaces de acceder a la realidad que ocurre en nuestro patio trasero.

Reflexionen ustedes…

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